CONSECUENCIA DE LA INFECCIÓN POR SARS-COV-2 EN LA COMUNIDAD AFECTADA POR TUBERCULOSIS

Resumen

La tuberculosis (TB) sigue siendo una de las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas en todo el mundo, así como una de las más antiguas. La TB fue la primera enfermedad infecciosa declarada por la Organización de la Salud (OMS) como emergencia de salud pública en el año 1993. Desde entonces, sigue siendo una prioridad sanitaria. La pandemia de VIH/sida condujo a la reaparición de la TB, ya que ambas enfermedades tienen una relación simbiótica. Sin embargo, estrategias de prevención y tratamiento de la conifección por TB/VIH, conjuntamente con los tratamientos antivirales ya habían mitigado en algo la cifra de nuevos casos. La irrupción de la pandemia COVID-19 ocasionó mundialmente una desviación profunda de recursos económicos, sobre todo en los programas de control y prevención de algunas importantes patologías entre ellas la TB. La interacción entre ambas enfermedades se encuentra bajo vigilancia de la comunidad médica y científica en todo el mundo; no solo porque comparten un grave impacto en la salud global, sino también porque sus similitudes han hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de encontrarnos ante un nuevo ¨dúo maldito¨ tal como pasó con el sida. El principio que debe guiar los esfuerzos para abordar la TB en el contexto del COVID-19 debe consistir en responder a ambas enfermedades de forma conjunta, en lugar de responder a una en detrimento de la otra, así como preservar los servicios esenciales de atención y tratamiento para así mitigar el impacto negativo en la comunidad afectada por tuberculosis